¡Dispepsia o Indigestión!

La dispepsia o indigestión es una complicación gastrointestinal frecuente [1]. Por lo general, no es un signo de nada más grave y puede ser tratado de forma rápida. Por lo que se requieren algunos ajustes en los hábitos alimentarios. Esta condición aparece como una sensación de ardor, dolor o malestar en el tracto digestivo. Puede resultar de una condición médica o de estilo de vida poco saludables [2].

Entre los signos y síntomas de la dispepsia están el dolor o ardor en el estómago, hinchazón, eructos excesivos o náuseas después de las comidas [2, 3]. Aparece además una sensación temprana de plenitud (saciedad) al comer. Con frecuencia se reportan dolor en el estómago que a veces puede ocurrir sin relación con las comidas o puede aliviarse con las comidas.

La nutrición es clave para el manejo de la dispepsia [4]. Las conductas alimentarias, los patrones de comidas irregulares y las tasas de alimentación de moderadas a rápidas se asocian significativamente con la dispepsia funcional. El papel de la dieta es complejo. La ingesta de grasas aumenta la aparición de síntomas en pacientes dispépticos, que pueden verse afectados por factores cognitivos y de palatabilidad [5]. Los pacientes con dispepsia, sobre todo en en niños, requieren asesoría nutricional para que puedan aliviar estos síntomas [6,7].

Los factores de riesgo para la dispepsia funcional son el síndrome del intestino irritable, el alcohol, el tabaquismo y el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos [8].

Además del tratamiento médico, la alimentación es clave en esta condición. En CEANA Nutrición estamos comprometidos con tu salud. Contamos con planes y programas de atención nutricional con los que podrás mejorar tu alimentación y aumentar la calidad de vida, previniendo o tratado la dispepsia y sus síntomas.

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Referencias

1. Heading, R. C. (1991). Definitions of dyspepsia. Scandinavian Journal of Gastroenterology, 26(sup182), 1-6.

2. Harer, K. N., & Hasler, W. L. (2020). Functional dyspepsia: a review of the symptoms, evaluation, and treatment options. Gastroenterology & Hepatology, 16(2), 66.

3. Tack, J., & Talley, N. J. (2013). Functional dyspepsia—symptoms, definitions and validity of the Rome III criteria. Nature reviews Gastroenterology & hepatology, 10(3), 134-141.

4. Göktaş, Z., Köklü, S., Dikmen, D., Öztürk, Ö., Yılmaz, B., Asıl, M., ... & Arslan, S. (2016). Nutritional habits in functional dyspepsia and its subgroups: a comparative study. Scandinavian journal of gastroenterology, 51(8), 903-907.

5. Duboc, H., Latrache, S., Nebunu, N., & Coffin, B. (2020). The role of diet in functional dyspepsia management. Frontiers in Psychiatry, 11, 23.

6. Floch, M. H. (2004). Fast Facts–Dyspepsia. Journal of Clinical Gastroenterology, 38(1), 92.

7. Carvalho, R. V. B., Lorena, S. L. S., de Souza Almeida, J. R., & Mesquita, M. A. (2010). Food intolerance, diet composition, and eating patterns in functional dyspepsia patients. Digestive diseases and sciences, 55(1), 60-65.

8. Ford, A. C., Marwaha, A., Sood, R., & Moayyedi, P. (2015). Global prevalence of, and risk factors for, uninvestigated dyspepsia: a meta-analysis. Gut, 64(7), 1049-1057.